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Mostrando entradas de agosto, 2007

Mountain

La Matagalls - Montserrat es para mí básicamente un reto personal y al mismo tiempo una experiencia intensísima de autoconocimiento y de goce. Es una travesía que te permite explorar ciertos límites de tu cuerpo, de tu resistencia física pero sobre todo de tu fortaleza mental, de tu capacidad de perseverancia, de tu empeño. Ahora bien, también veo lógico y admito abiertamente que pueda parecer una barbaridad, una locura…y quizá en parte también lo sea.??Un dato interesante es que el porcentaje de abandonos es mucho más alto en el intervalo de edades que va de 20 a 30 años que en el que va de 40 a 50.??Este año me propuse además hacerla en solitario. Este hecho, tiene sus ventajas de orden práctico (puedes trazar tu ritmo sin esperar a nadie ni sin hacer esperar y puedes detenerte el tiempo que necesites, ni más ni menos) pero tiene enormes desventajas desde el punto de vista de la motivación y el ánimo, y exige mayor fortaleza si cabe.??Fue intensa, como siempre, y como siempre durísim...

Revisors i policies

Els revisors de tren van ser fa temps un cos de funcionaris militaritzats. En époques d'escassetat i d'extraperlo, vetllar pels interesssos del ferrocarril no era una tasca senzilla. Calien homes rudes i així, els mes durs entre els durs que rondaven per la milícia, eren selecionats per a la inspecció. Duien pistola es clar, i gastaven una mala llet que excloia radicalmet qualsevol hombra de clemencia i de pietat. Als nostres dies aquest tarannà autoritari ha arribat mimbat, disminuït, però la genètica i l'inevitable nepotisme fa que encara avui poguem trobar impagables exemplars comparables a aquells prohomesHi ha ties i tios que els uniformes els motiven molt, fins i tot hi troben una mena d'eròtica particular en els botons de llautó, les gorres de plat i les botes de muntar, en canvi a mí, sempre m'agafa una mena d'urticària defensiva, unes butllofes per tot el cos que em posen alerta i m'incomoden. De ben petit ja vaig tenir problemes amb l'autoriat ...

Navegación

Sólo he conocido una sirena auténtica. Sé que hay muchas, pero esta era extraordinaria. A su condición primera unía una segunda que generalmente ocultaba: era además capitana pirata. No, parece que no es extraña la doble condición entre tales seres. Yo, que era entonces navegante, estuve algún tiempo "enrolado" con ella. Navegué a su lado durante meses. Cuando desembarqué yo era ya otro.Si te la encuentras la distinguirás rápidamente por su particular modus operandi: Agazapada en un escollo marino atrae galeones y cargueros utilizando los legendarios poderes que su parte de sirena le confiere: su canto, su canto de sirena y el destello dorado de su melena y de sus escamas: ¿que hombre puede resistirse?, y ya en pleno engaño dirige la nave incauta a una ensenada propicia y allí la operación culmina con el asalto y el saqueo a que su parte pirata le obliga.Vencido y sin fortuna el capitán atacado jura obediencia y fidelidad. La sirena inclemente ordena su olvido, su eliminación...

Trueques

El bando republicano tenía papel pero no tabaco que fumar. El bando fascista tenía tabaco pero no papel con que fumar. Ambos bandos atesoraban unas ganas terribles de fumar. Así que provistos de banderitas blancas, orientados por el más común de los sentidos e instigados por la prolongada abstinencia, se encontraban periódicamente los más empedernidos de ambos bandos e intercambiaban, además de papel por tabaco, noticias de familiares que habían quedado separados por aquella absurdidad. Unos y otros lograban mitigar así sus ansias a base de nicotina y nuevas de los suyos.Ajenos a las consignas del alto mando, desconocedores de la planificación básica de combate, ignorantes de la geoestrategia y el posicionamiento de los bandos y ni remotamente conscientes del frágil equilibrio bélico internacional, aquellos tipos resolvían lo que realmente les incumbía, y lo hacían como hombres, como personas.El hecho es en sí extraordinario: en mitad de la sinrazón absoluta, de la estupidez máxima que...